Gracias por el discurso de Chávez.  Realmente admiro su sinceridad.  Era una persona de muchísimo carisma.  Siempre hablaba francamente y sin rodeos.  Estoy seguro de que todos los reformas sociales y económicos que provocó su gobierno son buenos y necesarios.  La concentración de todos los recursos económicos en pocas manos no es buena para una sociedad.  Es un problema que tenemos aquí en este país cada vez más.



Lo que me preocupa de él es su énfasis en el comunismo.  Si el captalismo y el comunismo absolutos son los dos cabos de un contínuo, la posición óptima se encuentra en algún punto entre los dos.  Él siempre condenaba y demonizaba el capitalismo, y yo entiendo por qué.  El es de un país en el que todo el capital está en manos de unos oligárquicos.  Desde su perspectiva, el capitalismo es causa de mucha miseria. Pero el capitalismo no es intrínsicamente malo.  Es una heramienta poderosa y útil.  En la China comunista están reconociendo su importancia, y por  resultado su nivel de vida está subiendo de manera drástica. 



El problema con el comunismo es que depende de la autoridad de un gobierno para arbitrar y organizar la economía.  El problema con los gobiernos es que son intrínsicamente ineptos.  Y esa es una opinión determinada de experiencia directa.  En una empresa de fines lucrativos, todos los recursos, incluyendo el labor, se utilizan de manera óptima.  Todos en la empresa tienen en mente la competición con otras empresas. Cualquier empleado de la empresa entiende eso y sabe que la ineptitud no se tolerará por mucho tiempo.  En cambio, en una empresa gubernamental, por ejemplo un distrito escolar,  el motivo por eficacia casi no existe.  El consumidor del producto (en este caso la educación) no puede acudir a una empresa rival (no es del todo cierto. . . los hijos de los ricos casi universalmente asistan a escuelas particulares).  Si vos, Sergio, hubieras visto el derroche de recursos que yo he visto en escuelas, si hubieras visto la ineptitud y la arrogancia de los directores escolares que no tienen que responder ante otra persona que sus superiores igualmente ineptos y corruptos, quedarías indignado.  No, mejor dicho, serías más capitalista que George Bush. 



Sin embargo yo no soy como muchos de mis compatriotas que hacen devociones extravegantes en aras del capitalismo.  Reconozco que es una excelente herramienta para organizar una sociedad, quizás la mejor.  Pero es una herramienta que pone mucho poder en manos de las personas que la manejan.  Invita abuso y corrupción.  Es importante vigilar esas personas y poner límites a sus poderes.  Últimamente en EE UU el péndulo ha oscilado demasiado lejos a favor de los intereses comerciales.  A un gobierno le corresponde esta tarea de limitar y vigilar, preferiblemente un gobierno libre de corrupción, que sabe hacer cumplir las leyes.  ¿Cómo obtener ese gobierno, y cómo encontrar el equilibrio entre los extremos? esa es la cuestión clave. 



Esa es mi opinión basada en lo que he visto en la vida.  Sería un estudio fascinante, la economía, ¿no crees?  Confío en los académicos mucho más que en los políticos para proveer respuestas sobre las cuestiones de nuestros tiempos.  Me parece que un político siempre quiere vendernos algo basado en su interés personal.  En cambio el académico aboga en favor de un punto de vista basado en hechos y evidencia rigorosamente investigados y analizados.  Desconfío de los políticos, especialmente si depende de cohetes retóricos para convencerme de algo.