Hola a todos. Esta mañana un amigo me mostró esta carta:





No podría creer lo que estaba viendo. Una breve búsqueda por Internet me llevó a Reddit, más exactamente a la cuenta de Ben Finkel, quien dijo que era una recompensa a los empleados de Wizards of the Coast pertenecientes a aquellos proyectos que hubieran ganado un concurso interno de la compañía. De hecho, solo hay impresa cuarenta copias de ella, por lo que es sin duda una pieza de colección muy exclusiva.


Hay mayor información en este enlace:


https://www.reddit.com/r/MagicArena/comments/e77c3c/htr18_the_legend_of_arena/


Lo anterior nos deja muy en claro que el juego aún nos puede sorprender. Ya lo hicieron antes al poner PW, o cuando la mecánica de Partner hizo lo suyo en 2017. Aunque es solo un cartón que nunca veremos físicamente, sí deja abierta la posibilidad de poner a otros permanentes a liderar ejércitos en el formato, lo que me pone a pensar en la dirección que tendrá Commander 2020.

Dejo abierta la discusión: ¿qué mazos harían con esta Saga? ¿El público estaría dispuesto a comprar preconstruídos que a lo mejor no tengan un jefe tan carismático como una criatura o un Caminante de Planos? ¿Cómo sustentar en términos de ambientación esta curiosidad?

Opinen 

Nahû wrote on 07.12.2019 at 18:25:24:


Coincido totalmente, incluso un artefacto con ciertas características sería un comandante excepcional. Eso sí, en términos de ambientación debería estar bien fundamentado.

En mi opinión, para que un objeto o una concentración de energía mágica funcione en el rol de comandante debe contener estas condiciones:


1- Por sí solo debe contar una historia. Legend of the Arena, por su ilustración y habilidades, parece apuntar a un ritual de invocación hecho por hechiceros.

2- Derivado de lo anterior, el artefacto o encantamiento debe ser algo producto de la suma de múltiples voluntades (como los famosos objetos Tulpa). Otra posibilidad es que sea un instrumento creado con determinada intención y esté programado para controlar más de un aspecto de la realidad (me imagino como una versión mágica de Matrix o una fábrica que funciona sin operario alguno  ).